El contrato de seguro es un contrato de adhesión, y son las aseguradoras las que fijan las condiciones de aseguramiento en base a una serie de criterios comerciales que se han marcado. No olvidemos que las compañías de seguros están para ganar dinero y por este motivo adecuan sus tarifas para obtener el mayor margen de beneficios posibles.
Así nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de acudir a pedir precio a una compañía de seguros y que esta nos indique que no pueden asegurarnos. Puede suceder que la compañía nos indique directamente que no asegura ese producto (Ej sólo aseguran coches y yo quiero asegurar una moto), o bien que nos den un precio tan desorbitado que nos induzca a no asegurar (Ej. caso de los conductores noveles o conductores sin bonificación por tener una alta siniestralidad).